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jueves, 19 de diciembre de 2013

Un mal sueño

 
Esto es una estrella. Y lo que vas a leer a continuación, un cuento de Navidad...
Foto: Wikipedia.
 
CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Jueves 12 de diciembre de 2013
 
Se me ocurrió acercarme al centro de una ciudad grande, qué más da el nombre, y hacer tiempo paseando por una de esas calles peatonales llenas de escaparates y tiendas. Los clientes se apretaban a la puerta de una gran superficie, ansiosos por consumir en los días previos a la Navidad, y ya comenzaba a arrepentirme cuando se elevó un griterío entre la multitud.
 
Enseguida apareció el monstruo. Un mastodonte blindado, con rejillas en los faros y el parabrisas protegido contra los impactos, y un cañón de agua que lanzaba ráfagas heladas al cogote de la gente. Y la gente corría.
 
Parapetado bajo el alero, distinguí una pancarta en medio de la marea humana que se desbocaba calle abajo. Se quejaban por la bajada de sueldos, y los recortes en educación, y el copago sanitario, y el aumento de los impuestos. Y el agua a presión ahogaba sus gritos.
 
Crucé los dedos. El chorro pasó de largo. Y ya creía que me había librado cuando el camión se detuvo, alguien en su interior debió pensar que tenía cara de culpable, y el cañón de agua me alcanzó de lleno.
 
A duras penas me levanté, empapado, y encontré fuerzas para refugiarme en el interior del establecimiento. Pero me topé con un guarda jurado. Tuve que dar la vuelta y salir huyendo.
 
No llegué muy lejos, el guarda me alcanzó en mitad de la calle. Forcejeamos. Y al momento llegaron dos policías y me esposaron.
 
Desperté. Empapado. La almohada húmeda de sudor. El corazón agitado. "Ha sido un mal sueño", me dije mientras observaba las manchas del techo del cuarto. Entonces encendí la radio y escuché cómo el locutor informaba de que el Ministerio del Interior va a comprar un camión botijo para reprimir a la gente que se queja. Y el locutor, que era un valiente, decía que no dejaba de resultar una paradoja que el Ministerio dedicara medio millón de euros en un instrumento para reprimir las protestas de quienes no están de acuerdo con la forma en la que el Gobierno se gasta el dinero de nuestros impuestos.
 
Apagué la radio, dejé de observar el techo, e hice un esfuerzo para cambiar de sueño.
 

Tanqueta blindada que ya usa la Policía Nacional. Foto extraída de la Wikipedia.


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