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jueves, 5 de diciembre de 2013

La náusea del mar


Oficiales del Serpent, en una foto que revela el paso del tiempo

LOS NÁUFRAGOS DE LA ENSENADA DEL TRECE

Durante días, el mar arrojó cadáveres mutilados hacia las rocas de la Costa de la Muerte. A la Ensenada del Trece llegaron, de milagro, los tres únicos marineros del Serpent que sobrevivieron al naufragio. De Luxton y Burton (Gould no aparece en el texto), de lo que vieron en la playa, de lo que dejaron en el mar, habla el tercer relato de Tierra adentro y otros cuentos de naufragios, titulado La náusea del mar. Después de dos narraciones inéditas, el libro incluye un texto que podéis encontrar en este blog y que apareció publicado en papel en el suplemento Filandón de Diario de León y en la revista Luvina, de la Universidad de Guadalajara (México).


El naufragio del Serpent, en un grabado de la época

Ocurrió el 10 de noviembre de 1890. El mar se tragó aquel día a ciento setenta y dos de los ciento setenta y cinco miembros de la tripulación del buque escuela HMS Serpent, que había partido de Plymouth en ruta hacia el Cabo de Buena Esperanza. Un error de navegación lo hizo embarrancar en los rompientes de la Punta de Boi, en Camariñas, y todos los intentos por arriar los botes fracasaron porque el oleaje los astilló contra las rocas. El mar se tragó los cadáveres de la tripulación y después los devolvió a la costa, desmembrados.

Los tres supervivientes eran los únicos marineros que llevaban puestos tres de los escasos veinticinco chalecos salvavidas que había en el barco. Narrado en primera persona, el cuento habla de la fragilidad de la condición humana. Al día de hoy, el Cementerio de los Ingleses donde enterraron los cuerpos que aparecieron en la playa, se ha convertido en un atractivo turístico. 

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