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martes, 18 de octubre de 2011

De otro Planeta

Pedro I, emperador de Brasil

CUARTO CRECIENTE
Diario de León. Martes, 18 de octubre de 2011

María de la Pau Janer ganó el premio Planeta en 2005 con una novela tiulada Pasiones romanas. Antonio Gala, que también recibió el mismo galardón en 1990 con El manuscrito carmesí, siempre será recordado, sin embargo, como el autor de La pasión turca. Y también de pasiones exóticas iba El amante albanés, novela con la que la escritora gallega Susana Fortes quedó finalista en 2003.
  
La princesa india, una historia sobre los amores de un conquistador español y una india azteca en tiempos de Cortés y la Malinche, es el título de la primera novela de Inma Chacón, a la que Planeta ha abierto las puertas para ser finalista de la sexagésima edición del premio con Tiempo de arena. Chacón, que también es autora de una novela sobre tres hermanas filipinas, Las filipinianas, concurrió este año con una historia de tres hermanas españolas ocultando su nombre bajo el seudónimo de Manila. Y convenció al jurado.
  
Pero la novela de Chacón no es la primera finalista del Planeta que escribe del tiempo. El tiempo mientras tanto se titula la obra que quedó segunda el año pasado, de Carmen Amoraga. Y En tiempo de prodigios, el relato de una tercera mujer, Marta Rivera de la Cruz, finalista en 2006.
 
 
Pedro I de Brasil
José I Bonaparte
  
Es posible que a Chacón le hubiese gustado titular La pasión india a su primera novela y Javier Moro, el escritor que le ha ganado el Planeta de este año, ya tuviera ese título escogido para su best-seller sobre los amores de la malagueña Anita Delgado y un maharajá hindú, publicado en 2005. El imperio eres tú, ha titulado ahora Moro la novela que le ha dado el codiciado premio; una semblanza del emperador Pedro I, que trasladó la corte portuguesa a las colonias de Brasil para huir de la invasión napoleónica en 1808. Y el imperio eres tú, pero el rey soy yo, le hubiera podido decir a Moro si no hubiera fallecido, Juan Antonio Vallejo-Nágera, que en 1985 obtuvo el galardón con una novela que título Yo, el rey, y que no dejaba de ser una semblanza de José I, hermano de Napoleón, que en 1808 estuvo a punto de hacer huir a Carlos IV a sus colonias de México.

Este año se habían presentado al premio Planeta dos manuscritos procedentes de León. Ignoro si las manos del jurado han tocado alguno de los dos -en 2005, Juan Marsé dimitió descontento con los criterios de selección-, pero cada vez tengo más claro que si no han llegado más lejos es porque no han atinado con el título.
  

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